viernes, 11 de septiembre de 2009

SEIS MUJERES EN MI MENTE


LAS POESÍAS QUE APARECEN SON UN RESUMEN DE CADA UNO DE SUS LIBROS:
`.
A MARI CARMEN

Eres tú la flor más bella
del más hermoso jardín,
tan delicada y sencilla
yo flor igual jamás vi.

Cuando contemplo tu cara
se me parte el corazón.
Échame una miradita
Mari Carmen de mi amor.

Tengo que hacerte mi esposa,
tengo que hacerte el amor,
tienes que decir te quiero,
Mari Carmen de mi amor.

Y si unimos nuestras vidas,
si es que el destino lo quiere,
te haré un palacio, princesa,
dime ya que me quieres.

CARTA A ISABEL

Eres tú, Isabel querida,
por tu gracia y simpatía
la mujer que yo sueño
por la noche y por el día.

Deseoso de ser amado
yo me dirijo hacia ti,
no me digas no te quiero,
no me hagas de sufrir.

Si ya bien sabes que yo
sólo te deseo a ti
por eso, Isabel querida,
no me hagas más sufrir.

Y si me dices que no
debes de tener presente
que moriré de dolor
y de penita al no verte.

MIRE Y TE VI (A Pepita)

Miré y te vi
y al verte sentí
que lo eres todo,
todo para mí.

Te miro y te veo,
te amo y te deseo,
te adoro e ignoro
si para ti no soy nada,
o lo soy todo.



POBRE DE MI

Cansado de amarte
tu mano pedí;
mi amor rechazaste.
Pobre de mí.

Yo, muy dolorido,
muy triste y sufrido,
aún pienso en ti.
Pobre de mí.

Amar no he podido
ni creo haber vivido
como antes viví.
Pobre de mí.
Yo, tan desgraciado,
sin ser malo, fui
para ti un malvado.
Pobre de mí.

En mi corazón latente
tu recuerdo está presente,
yo sin ti no sé vivir.
Pobre de mí.

A MI NIÑA (Elena)

Entre tu amor y la muerte,
con tu amor me quedaría,
porque si tú no me quisieras
muerto al instante sería.

Y esa es una de las cosas
que a mí no me gustaría,
ni a nadie creo le guste
hacer ciertas tonterías.

Por eso debes quererme,
mujer de «cien mil» poesías,
que esperando un beso tuyo
llevo ya bastantes días,
y si tú no me lo dieras
cree que de pena moriría.

TE DIJE QUE LO ERAS TODO (A Pepita)

¿No dije que te quería,
que más te puedo decir?,
también te dije te adoro
y no viniste a mí.

Te dije que lo eras todo...,
todo, todo para mí;
también dije que te haría
muy dichosa y muy feliz.

Pero sin saber por qué
respuesta no recibí;
no sé si es que no me quieres,
ya más no supe de ti.
¿ES POSIBLE, MUJER?

Es posible, Elena,
que cuenta no os deis
de lo mucho que os amo.
¿Es posible, mujer?

Es posible, «criatura»,
que no sepáis comprender
que os amo con locura.
¿Es posible, mujer?

Es posible, mi «sol»,
que tan loco yo de amor
esté sufriendo por vos.
¿Es posible, mujer?

Es posible, «perla mía»,
que por tanto querer... me odiéis
y de otro os enamoréis.
¿Es posible, mujer?

Es posible, mi «bella flor»,
que alguien os quiera como yo
y tan ciegamente os pida amor.
¿Es posible, mujer?

Es posible, princesa mía
que vos tampoco améis,
o es que amar no sabéis.
¿Es posible, mujer?

Es posible, Elena de mi corazón,
que no le deis vuestro amor
al hombre que tanto sufre por vos.
¿Es posible, mujer?

Es posible, mi «amor»,
que sufriendo esté por vos
y vos seáis tan «cruel» conmigo.
¿Es posible, mujer?

Es posible, «cariño» mío,
que yo loco de amor esté por vos
sin saber si vos me queréis.
¿Es posible, mujer?

Es posible, «ángel» mío,
que después de tanto amaros
no sea amado por vos.
¿Es posible, mujer?

Es posible, «mi cielo»,
que por no deciros de palabra que os quiero
llegue algún día a perderos.
¿Es posible, mujer?

Es posible, muy posible.

MIS SEIS FLORECILLAS

De tanto que te quiero no vivo,
de tanto que te amo no sé
lo que sería de mi vida
si no me quisieras, mujer.
(A Mari Carmen)

Destrozada mi alma tienes
y desearía con locura
que me dieras tu cariño,
sin tu amor no tengo cura.
(A Isabel)

Para qué quiero vivir,
de qué me sirve el dinero
si no consigo tu amor,
que es lo único que quiero.
(A María

Te quiero tanto, mujer,
que el miedo a perderte
se introduce en mi alma
hiriéndome de muerte.
(A Elena)


Jamás podré yo querer
a ninguna como a ti,
ni creo podré vivir
si no me quieres tú a mí.
(A Brígida)

No me niegues tu cariño,
que sin ti no sé vivir;
si me dijeras «te quiero»
sería dichoso y feliz
(A Pepita)

No te creas que pretendo
aprovecharme de ti,
yo lo único que deseo
es hacerte muy feliz.
(A Mari Carmen)

Mereces todo mi amor
y yo te lo pienso dar
aunque para ello yo
me tenga que suicidar.
(A Isabel).

¿ Qué delito he cometido.
para que tú no me quieras,
si yo, sufriendo por ti,
paso las noches enteras?
(A María)

Por el mundo vagué buscando
la forma de a ti olvidarte,
pero vano fue mi intento
y volví para adorarte.
(A Elena)

Por el día ya no vivo,
por las noches ya no duermo,
ya mi alma no suspira
de tanto que te estoy queriendo.
(A Brígida)

Dicen que no existe el amor
y sobre eso yo no sé qué decir,
pero en cambio si puedo afirmar
que sin tu cariño no puedo vivir.
(A Pepita)

Qué maravilla eres,
Mari Carmen de mi amor,
eres la envidia del mundo
por eso te adoro yo.
(A Mari Carmen)

Sufriendo de tanto amar,
cansado ya de quererte,
espero respuesta tuya
con fatiguitas de muerte.
(A Isabel)

Es tu carita, María,
como una flor en primavera;
tan delicada y bonita
que yo acariciar quisiera.
(A María)

Veo amor en tu mirada,
en tu sonrisa veo amor;
amor en tus ojos leo,
Elena de mi corazón.
(A Elena)

Más bella que las estrellas,
más hermosa que un rosal,
tus ojos son dos luceros
de belleza sin igual.
(A Brígida).

No me hagas más sufrir,
mujercita de mi amor;
yo te quiero con locura
y te llevo en mi corazón.
(A Pepita)

Llevo tiempo ya intentando
odiarte, mi bella flor,
y entre más intento odiarte
mucho más te quiero yo.
(A Mari Carmen)

Esa tierna y dulce mirada,..
toda la dulzura que hay en ti...
esa alegre sonrisa tuya
la veo reflejada en mí
(A Isabel).

Eres bella entre las bellas,
la más hermosa mujer
que vieron los ojos míos
un día al amanecer.
(A María)

Yo te llevo en mis entrañas
y aunque tú a mí no me quieras
en mis versos serás la primera
y en mi corazón te llevaré hasta que muera.
(A Elena)

TRISTE ADIÓS

PRIMERA PARTE

Qué largo que fue el camino
que por verte recorrí,
cuántas angustias pasé
para llegar hacia ti.

Pero caso no me hiciste
y rechazado yo fui;
con lo mucho que te quise
tú no me quisiste a mí.

Hoy, ya pasados dos meses,
aun sigo sin comprender
el por qué tu amor me negaste
hermosa y bella mujer.

Con ansias yo a ti te quise
y hasta mi fin te querré
aunque sé sobradamente
que digno de ti no seré.

SEGUNDA PARTE

Te fuiste de mí, Elena,
y herido me dejaste,
sin más explicaciones
tú me abandonaste.

Por qué, Elena, por qué...
por qué me abandonaste
y como a un trasto viejo
tirado me dejaste.

Maldita puñalada
que en mi corazón clavaste,
sin yo hacerte nada
mi alma destrozaste.

Herido de gravedad
quedose mi corazón
cuando dijiste un día:
no eres digno de mi amor.

TERCERA PARTE

Con lágrimas en los ojos
y llagas en mi corazón
sólo me falta decirte:
adiós, Elenita..., adiós.

Adiós, hermosa criatura,
mujer que siempre soñé;
adiós, Elena querida,
adiós, mujer que adoré.

Adiós, hermosa doncella,
jamás yo te olvidaré;
mientras vida a mí me quede
siempre yo a ti te querré.

Adiós, mujer que yo quiero,
adiós, mujer de mi amor,
morirme quisiera hoy
para calmar mi dolor.

CUARTA PARTE

¿Por qué, mi dulce paloma,
por qué me dijiste no
si yo te estaba queriendo
con todo mi corazón?

¿Cuántos años pasarán
hasta que logre olvidarte?
Muchos, Elena..., muchos...,
tantos, que quizás muera antes.

Pero grabado tu nombre
en mis versos quedará;
para el resto de los siglos
de Elena Sánchez se hablará.

Y no creas que porque tú no me quieras
voy a dejar yo de quererte...
que hasta mi último suspiro
en mi corazón estarás siempre.

QUINTA PARTE

Pero cuando pasen cien años
y muertos los dos estemos,
de lo mucho que yo te quise...
¿ quién se acordará?

De que luché hasta más no poder
por conseguirte
y tú me rechazaste...
¿quién se acordará?

De que sufriendo lentamente
pasé el resto de mis años...
¿ quién se acordará?

De que envejecí intentando olvidarte
y morí sin haberlo conseguido...
¿ quién se acordará?

SEXTA PARTE

¡Ay! si supieras, Elena,
qué triste y amargo fue para mí aquel no.

Si supieras las lágrimas
que por mis mejillas corrieron
aquel día de julio del año 1973.

Pero, ¿ por qué, Elena..., por qué
yo no puedo conseguir tu cariño?
¿Por qué yo no puedo conseguir
lo único que quiero y deseo para mí?

¿Por qué tú a mí no me quieres
si ni siquiera me conoces?

¿ Por qué, Elena..., por qué,
por qué me dijistes no
sin darme siquiera una oportunidad
de salir contigo?

SEPTIMA PARTE

Adiós, Elena..., adiós,
triste adiós para mí,
adiós, querida, adiós,
ya sólo me queda sufrir.

Adiós, mujer que yo quise...,
adiós, mujer que soñé...,
adiós, mujer que yo quiero...,
adiós, mujer que adoré.

Adiós, mujer de mis sueños,
con lágrimas me despido;
adiós, Elena querida,
sin tu cariño no vivo.

Adiós triste...
triste adiós...
adiós, Elena
de mi corazón.
Adiós, destino traidor...
adiós al destino cruel
que no quiso darme a mí
a la mujer que adoré.
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